Antes
de abordar el tema, quisiera comentar brevemente que no es un tema religioso
como se suele relacionar instantáneamente cuando se escuchan este tipo de cuestionamientos
y sus respuestas sino al contrario, lo veremos también desde un punto de vista
más humano.
Y
aunque se puede pensar que es algo ya repetido y conocido, debemos recordar que
cada día se aprende algo nuevo, hasta de la cosa más pequeña e insignificante
que podemos menospreciar.
Primeramente: ¿Qué es existir?
Existir
es tener vida, es una realidad ya sea física o mental, ser alguien, todo lo que
podemos ver es porque existe aunque también hay cosas existentes que no son
visibles ante nuestros ojos (como los seres celestes).
Por
lo tanto todo lo existente es lo que tiene un espacio en esta inmensa creación.
(36 Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas.
A él sea la gloria por los siglos. Amén. Romanos 11:36)
Segundo: ¿Qué es vivir?
¿Alguno
se ha preguntado alguna vez, cual es el motivo de que despertemos todos los
días, o el hecho de haber nacido si algún día vamos a morir? ¿Vivimos para
seguir órdenes?
Si
vemos la vida desde un punto de vista humano y dejando el emocionalismo de que
la vida es perfecta o que todo esto es pasajero nos topamos con una realidad
muy distinta en la cual puede que hayan más momentos de dificultad que de
felicidad, donde no se sabe si vivimos para trabajar o trabajamos para vivir,
entre más cosas que forman parte de nuestra vida cotidiana.
Espero
no se malinterprete pero actualmente y desde hace muchos años atrás es
imposible negar que esta tierra está enferma, que el mismo ser humano ha hecho
de esto un suplicio para otros, debido a incontables razones.
Estamos
viviendo en un mundo donde la muerte, la traición, el irrespeto, la codicia, la
avaricia, la falta de amor y muchos más están llevando cada vez más este
planeta a la perdición.
Es
humano pensar: ¿Qué Sentido tiene? ¿Por qué hay tanta maldad? ¿Por qué los
inocentes sufren? ¿Por qué tantas veces es el más “fuerte” el que sobrevive
injustamente? ¿Dónde está Dios cuando pasan estas atrocidades? ¿Por qué tanto maltrato?
Es
muy humano, comprensible y hasta cierto punto es permitido pensar, sentir o creer varias de estas cosas.
En
este mundo tantas veces frío y sombrío, donde los que se dicen ser hermanos son
los primero que te abandonan, donde la amistad se ha vuelto un interés en su
mayoría, donde el amor verdadero parece estar a punto de extinguirse, donde las
promesas pasaron de ser compromisos a simples palabras vacías,
donde
muchas veces no comprendemos por qué la vida nos golpea tanto si creemos estar
mejorando, donde a los que de verdad nos demuestran afecto los escupimos en la
cara y donde la degradación de la juventud está haciendo gemir a la tierra por
tanta maldad.
Suena
patético y hasta asqueroso el formar parte de una sociedad donde las buenas
acciones pasaron a ser críticas, donde extender la mano debería ser para
sacarte del fango y no empujarte más, donde hay más críticas que
reconocimientos.
Esta
es la vida en la que vivimos, encendemos el televisor o cualquier red social y
escuchamos sobre violaciones, violencia, guerra, atentados, corrupción, etc.
Resumidamente,
este mundo está agonizando, por culpa mía, por culpa de ustedes, por culpa de
todos.
Pero
fuimos advertidos de todo esto desde ya hace mucho tiempo en (Juan 16:33)
Tercero: ¿Somos o no parte de esta
destrucción?
(2 No os conforméis a este siglo, sino transformaos por
medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea
la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. Romanos 12:2)
¡Por
supuesto que sí! Cada uno de nosotros somos los factores, tanto para bien o
para mal, pero les aseguro que diariamente contribuimos para estos dos.
A
diario mentimos aunque sea “una mentira blanca”, destruimos el planeta desde un
mal hábito que le dañe físicamente como tirar una basura, hasta una mala
costumbre que se le herede a una generación.
Cuando
el Padre nos dio esta tierra, estaba perfecta, sin mancha alguna y aunque se
puede decir que no fue nuestra culpa perderla.
Yo tampoco
culparía a Adán y Eva por haber introducido el pecado en esta tierra, porque
probablemente yo también hubiese sido débil, ya que actualmente sabiendo hacer
lo bueno no lo hacemos, por lo tanto estamos pecando (Santiago 4:17)
Aunque
sé que es irreversible remediar absolutamente todos los errores que hemos
cometido aquí por nuestros propios medios, no podemos devolver el tiempo pero
si podemos cambiar el presente y con este mejorar el futuro.
Pero
hay un grave error, creemos que el presente es el día de mañana y dejamos todo
lo que podemos hacer para mañana, mañana y MAÑANA Así sucesivamente hasta que
no hicimos nada.
El
orgullo nos está comiendo vivos, ya no sabemos reconocer nuestros errores, nos
encerramos en la soberbia y falta de humildad, no aceptamos consejos por
creernos superiores, no escuchamos la voz de Dios, nos da igual lo que pase en
esta vida, nos tragamos lo que sentimos por puro ego, preferimos perder lo que
puede ser bueno por una estúpida actitud de berrinche.
Estoy
harto de ver como ya este sistema es monótono, donde sinceramente me sorprendo
cuando conozco a alguien diferente, que sepa pensar y actuar con uso de razón...
Cuarto: ¿Nos vemos afectados
también en la fe?
También
fuimos advertidos de esto: (Mateo
24:5: 5 Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y
a muchos engañarán.)
(1ª
Timoteo 4:1: 4 Pero el Espíritu dice claramente que
en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus
engañadores y a doctrinas de demonios;)
Hemos
visto desde un punto más humano y racional la decadencia en la que estamos
viviendo día a día, ahora veremos que mucho de esto es a causa de la famosa
“Religión”.
Hay
una inmensidad de creencias hoy en día, no solo las cristianas sino también
otras totalmente contrarias.
Nuestra
doctrina ha sido manipulada, adulterada, mal traducida por hombres con falta de
entendimiento y también por hombres que solo han querido crear un monopolio.
Aunque
en este estudio no nos enfocaremos como ha sido distorsionada la palabras, se
puede decir que desde hace muchos años han descarriado gran parte de personas,
formando así nuevas sectas con credos diferentes, haciéndolos pasar por sana
doctrina.
No
me estoy enfocando en ninguna religión ni persona en específico, sino mostrando
a la luz de la palabra que no estoy mintiendo al escribir que todo esto está
contradiciendo los principios que el Señor puso para nosotros.
Vemos
que hay predicadores que son mercaderes de la fe, pederastas, usados por el
enemigo y así sucesivamente.
Vemos
como han hecho ídolos no solo de cerámica o cosas materiales inertes, sino como
han puesto sus cosas vanas por encima de Dios.
Hombres
que se dan a sí mismos el poder supuestamente dado por Dios a ellos, como se
auto etiquetan apóstoles o profetas cuando no son nada más que lobos rapaces.
Nuestra
fe ha sido muy atacada, han hecho que muchos vuelvan a sus viejos caminos de
perdición, han alejado a muchos de la verdadera comunión con Dios y traído
fuegos extraños al altar.
Ya
no hay vergüenza y mucho menos respeto por parte de este tipo de personas y es
por eso mismo que nosotros debemos cuidar nuestro corazón y mantenernos firmes
ante tanto caos que hay en el mundo.
Debemos
pararnos en la brecha, buscar la verdadera guía del señor y no fijarnos en
hombres imperfectos como nosotros, con esto no quiero decir que todo lo busquen
por si solos, ya que hay personas que nos ayudan mucho a comprender como se
debe las escrituras y respuestas de Dios.
Pero
si queremos empezar a cambiar todo esto, lo único que podemos hacer es
cambiarnos a nosotros mismos, buscarle de todo corazón y siguiendo sus
mandamientos principales que son amarle con todo el corazón solo a Él y amar al
prójimo como a sí mismo
(Marcos 12: 28-31: 28 Acercándose uno de los escribas, que los había oído disputar, y
sabía que les había respondido bien, le preguntó: ¿Cuál es el primer
mandamiento de todos?
29 Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye,
Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es.
30 Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma,
y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal
mandamiento.
31 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro
mandamiento mayor que éstos.)
Solo
así vamos a ver como nuestra vida va a ir siendo moldeada con el pasar del
tiempo, nosotros somos el mayor cambio que podemos lograr y así influir en las
demás personas, pero hay que dejar de ser vagos y ciegos.
No dejar para mañana lo que podemos
empezar hoy, nosotros somos los hijos de Dios y debemos ser hombres y mujeres
de valor, dispuestos a dejar nuestro orgullo, vanagloria y todo lo que nos
impide progresar, debemos estar dispuestos a entregarnos, aunque cueste mucho
(Santiago 1:2-3:
2 Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas
pruebas,
3 sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia.).
Si
no lo hacemos nadie lo hará por nosotros y lamentablemente para muchos solo los
que sean valientes entrarán al reino para ser transformados y recibir su
galardón.
Dios
nos ha dado la capacidad de poder discernir el bien del mal y aún así el sigue
estando ahí para nosotros cuando necesitemos aclarar nuestras dudas, son los
actos del presente los que nos van a llevar a marcar la diferencia en este
mundo.
No
es nuestro pasado, eso ya quedó atrás y si no es así ya es tiempo de dejarlo
enterrado, Dios no necesita un robot que no sepa lo que hace, que no entienda
ni muestre afecto sincero sino al contrario, Él aunque sin nosotros siga siendo
Dios lo que quiere es un amor sincero, ya él nos amó primero y lo sigue
haciendo, es el momento en que nosotros le demos a Él un perfume agradable, que
nos entreguemos y le sirvamos de todo corazón.
Él
es ese que nunca nos ha fallado, que más bien nos perdona a nosotros, es la
solución a este mundo, a esta perversa realidad y aunque tiene el poder de
re-hacer todo nuevamente nos dio el chance de cambiar nuestras vidas que al
final no es algo malo sino al contrario es un bien para nosotros viéndolo desde
cualquier punto ya sea espiritual o humano.
Sus
mandamientos deben permanecer grabados en nuestro corazón solo así este mundo
va a cambiar a través de los frutos del espíritu
(Gálatas
5:22: 22 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia,
benignidad, bondad, fe), cada uno es un granito de arena, un pilar hacía un mundo
mejor y si uno tambalea puede llevarse consigo a los que están a su lado, por
eso mismo somos importantes, por eso existimos, por eso fuimos elegidos para
vivir aquí, porque somos capaces de todo lo que nos propongamos aunque el mundo
nos falle siempre, Dios nunca lo hará y por eso les repito: ¡Somos importantes,
necesarios, elegidos, creados para salvación y no para perdición! Pero el que
elige ya que tiene control de sí mismo es cada quien, si ser el cambio o uno
más del resto…
La vida tiene sus cosas que la hacen hermosa:
A pesar de
todo lo que hemos leído siempre habrán cosas que nos van hacer no querer
cambiar nuestras vidas, no sé si alguno se ha puesto a pensar pero el cambiar
tan solo una cosa de su pasado le evitaría tener el presente que tiene, tal vez
alguno lo quiera así o tal vez otros le cambiarían pero eso está en cada quien.
Todo
en esta vida tiene su relación, una cosa conlleva a otra, por ejemplo: Si tus
padres no se hubieran conocido, no hubieses existido.
A
esto me refiero que todo pasa por algo y lleva un hilo conductor, por lo tanto
el más mínimo cambio afectaría el presente.
Las
bendiciones no son solo materiales, por nuestra ceguera de la vida rutinaria no
vemos que estamos llenos de cosas por valorar:
La familia, los amigos, la pareja, el trabajo, la comida, los animales. el
levantarse un día más, estar con salud, el maravilloso paisaje de cada día, el
hermoso cielo, el aire, nuestras capacidades, los dones y talentos y así
podríamos enumerar miles de cosas buenas como también lo hicimos de las malas.
Y
aunque no todos tenemos la misma realidad, ni nos ha tocado vivir las mismas
experiencias, quizás unos hayan llevado una vida más dura que otros pero puedo
decir con certeza que cada cabeza es su mundo, que cada quien ha tenido momento
buenos y malos.
Tal
vez no siempre pasen las cosas como queremos, probablemente tengamos muchas
pruebas, pero así como las superamos también tendremos bendiciones
inolvidables.
La
razón de existir es un libro en blanco, cada quien toma su lápiz y comienza a
redactar en él desde el día en que fue un ser vivo, este libro estará lleno de
experiencias, de cosas buenas y malas, este libro somos nosotros, echa un
vistazo en lo que has escrito y mira que puedes cambiar o hasta retomar.
La
vida nos atarea y hasta cierto punto nos saca de la realidad, no hace perder el
rumbo y solo vemos pasar los días, cada día envejecemos y entre más duremos en
retomar el camino correcto será tiempo desperdiciado que no podremos recuperar,
el existir no es casualidad porque las casualidades en Dios no existen, todo
tiene su propósito siempre (Salmos 139:13-14:
13 Porque tú formaste mis entrañas;
Tú me hiciste en el vientre de mi
madre.
14 Te alabaré; porque formidables,
maravillosas son tus obras;
Estoy maravillado,
Y mi alma lo sabe muy bien.)
(Eclesiastés 3:1-15:
Todo
tiene su tiempo
3 Todo tiene su tiempo,
y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.
2 Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de
arrancar lo plantado;
3 tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo
de edificar;
4 tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de endechar, y tiempo
de bailar;
5 tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras; tiempo de
abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar;
6 tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo
de desechar;
7 tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de
hablar;
8 tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo
de paz.
9 ¿Qué provecho tiene el que trabaja, de aquello en que se afana?
10 Yo he visto el trabajo que Dios ha dado a los hijos de los hombres
para que se ocupen en él.
11 Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el
corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho
Dios desde el principio hasta el fin.
12 Yo he conocido que no hay para ellos cosa mejor que alegrarse, y
hacer bien en su vida;
13 y también que es don de Dios que todo hombre coma y beba, y goce
el bien de toda su labor.
14 He entendido que todo lo que Dios hace será perpetuo; sobre
aquello no se añadirá, ni de ello se disminuirá; y lo hace Dios, para que
delante de él teman los hombres.
15 Aquello que fue, ya es; y lo que ha de ser, fue ya; y Dios
restaura lo que pasó.)
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