Estimado lector, reciba un cordial saludo de parte de C.M.C.
En esta ocasión compartiremos con ustedes el tema que dimos en nuestra pasada reunión de Mayo, esperamos que sea de mucha bendición y que puedan aprender mucho, como podrán notar este artículo se redactó de una manera espiritual e histórica, y fue hecho con mucha dedicación para todos ustedes, también aclaremos que esto es un poco resumido en comparación a como se explica en las reuniones pero de igual manera podrán entender todo lo que queremos enseñar sobre esto en este post. ¡Así que empecemos!
La Armadura Espiritual
“Pues no luchamos contra enemigos de carne y hueso, sino contra
gobernadores malignos y autoridades del mundo invisible, contra fuerzas
poderosas de este mundo tenebroso y contra espíritus malignos de los lugares
celestiales” (Efesios 6:12. NTV)
Armadura: Es el conjunto de piezas defensivas con que se revestían los
combatientes. (Diccionario Rae)
La armadura que suple al señor es completa. Hemos de estar firmes en su
poder, el mismo poder que levantó a Cristo de la muerte (Efesios 1:20). Y nos
dio vida cuando estuvimos muertos en delitos y pecados (2:1). Una frase clave
del primer párrafo es “estar firmes”, un término militar que significa
mantenerse en posición, o sea no dejar terreno a un enemigo determinado, astuto
y hostil. Pero la armadura de Dios es más que suficiente. Veamos:
Partes de la Armadura
El Yelmo (Efesios 6:17a): El yelmo es
la armadura de un soldado, era lo que le resguardaba la cabeza, estamos
hablando de la cabeza física. Pero en la armadura de Dios, el yelmo es una
cobertura espiritual, y lo que protege nuestra mente. El yelmo de la salvación
nos protege contra el más fatal de los golpes que puede sufrir un hijo de Dios,
que son las dudas acerca de su aceptación tal y como es por el señor.
La Coraza (Efesios 6:14):
La coraza era un elemento esencial en la armadura del
soldado romano. Le proporcionaba protección al torso, la parte del cuerpo que
contiene órganos vitales como el corazón y los pulmones, entre otros. Un
soldado sin coraza iba a la muerte segura, ya que cualquier ataque podría
resultar fatal, pero con una coraza resistente, los mismos ataques eran poco
efectivos e inútiles, ya que los golpes rebotaban en su superficie.
Uno de los requerimientos más importantes para el creyente es la
Justicia. Justicia es símbolo de santidad, de vida y de rectitud.
La Justicia es una característica de Dios, la cual el creyente debe poseer. Filipenses 1:11 dice "llenos
de frutos de justicia que son por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza
de Dios".
El Escudo (Efesios
6:16): Hasta ahora, la descripción que hace Pablo de la
armadura de Dios se ha limitado a sólo los accesorios que usamos. Cuando nos
colocamos el cinturón, la armadura y el calzado, y ellos se sostienen
básicamente por sí mismos. El escudo es algo diferente. Pablo nos dice que el
escudo es algo que debemos sostener y levantar. El sólo amarrarlo a nuestro
brazo no es suficiente, es necesario que hagamos el esfuerzo de mantenerlo
firmemente arriba y usarlo.
¿Cuál era la función
del escudo en el ejército romano?
El escudo romano no era el clásico escudo medieval que se nos viene a la
mente cuando escuchamos la palabra. Era un escudo muy grande rectangular y
semicurvo, con una pieza de metal cónica y punteada que se colocaba en la parte
central externa (llamada umbo). Era un elemento de defensa impresionante, los
soldados quedaban muy bien protegidos de los enemigos. Se podía evitar los
ataques muy despiadados, porque este tenía una capacidad ofensiva y un de un
golpe podía hacer que el enemigo retrocediera.
La Espada (Efesios
6:17): La espada es la única arma de defensa del cristiano,
La Biblia. Es necesario que el cristiano conozca la palabra de Dios para que
pueda atacar al enemigo cuando llegue el día malo, sepa usar la verdad de la
Palabra para derrocar las fortalezas del enemigo. La Palabra de Dios sirve
tanto de aliento para el creyente como para atacar al enemigo.
El Calzado (Efesios
6:15): En este texto de Efesios, Pablo no está hablando de
estar listo para evangelizar, el contexto es de guerra espiritual, es de librar
una batalla. Además, no está dando referencia de desplazarse a algún sitio sino
todo lo contrario de estar FIRMES. No es la salvación de los perdidos sino la
guerra de los santos contra el diablo.
El Evangelio de la paz se refiere a las buenas nuevas de que los
creyentes están en paz con Dios. Los incrédulos están en ENEMISTAD con Dios, no
tienen paz de Dios que vino por medio de Cristo.
Es de gran importancia que los soldados tengan un buen calzado, pues de
ello puede depender su vida. ¿Se imaginaban ustedes a un soldado que le
aprieten sus botas o que no las tenga puestas cuando va a pelear? Estaría en gran
desventaja.
¿Cómo era el zapato de
los soldados en el tiempo de Pablo?
A fin de aumentar la facilidad de movimiento sobre los diferentes tipos
de caminos, los soldados acostumbraban a usar zapatos tachonados abundantemente
con agudos clavos.
Hoy en día un par de botas le permite al soldado siempre estar listo
para marchar, escalar, combatir y hacer todo lo que resulte necesario. Cristo
nos exige a su pueblo esta misma actitud de preparación pronta. Tener calzados
los pies con el apresto del evangelio es estar FIRMES en el evangelio.
El evangelio no solo es para cuando evangelizamos, es para cada día,
tenemos que ponerlo en nuestros pies y llevarlo cada día tanto para nosotros
como para los perdidos.
El Cinto de la verdad (Efesios 6:14): El cinturón romano tenía una
función especial. Por un lado, mantenía unidas todas las partes de la armadura.
Sin el cinturón puesto, todo se caía. La verdad bíblica es el conectar todas
las partes en la vida del creyente. El cinturón permitía que el soldado se
moviera de manera libre y no se enredara con su túnica. Además, servía para
enganchar la espada y en algunos casos también el escudo. Un cinturón ajustado
representa la realidad de un combate. Cuando el soldado romano se abrochaba el
cinturón, sabía que estaba entrando en acción. Nuestra batalla es constante,
debemos estar siempre listos.
La primera pieza de la armadura
espiritual es para enfrentar la táctica que ha usado Satanás desde el
principio: el engaño. Satanás concentra su táctica en el engaño. La usó con
notable éxito en el Edén y la sigue usando hasta nuestros días. La humanidad no
ha cambiado. Satanás sabe que el hombre tiene una tendencia natural a creer más
en una mentira disfrazada que en una verdad revelada. La gente cree más a las
mentiras publicitarias que la verdad de Cristo.
¿Qué es la verdad?
Nada convence más que la verdad.
La mayoría de los comentaristas coinciden en señalar que la verdad a la que se
refiere el apóstol no es la verdad del evangelio o la palabra. Entonces, ¿A
cuál verdad se refiere? Se refiere a la verdad de nuestra propia vida. Más aún,
se refiere a la integridad que sostiene todo lo demás en nosotros.
Cuando esgrimimos el arma de la
integridad, estamos asestando un duro golpe a las intenciones del enemigo.
Porque de nada sirve lo demás si no hay integridad en lo que somos y hacemos. El
cinturón de la integridad amarra toda nuestra vestimenta. Satanás no podrá
contra un cristiano íntegro.
Nuestro Padre Santo ama la verdad
en lo íntimo, ¿Sabes lo que significa eso? Hay una gran diferencia entre lo que
la gente ve y lo que Dios ve, hay quienes viven para agradar a la gente, pero
para el creyente, ceñir sus lomos con el cinturón de la verdad es vivir solo para
agradar a Dios.
La lucha contra el
Diablo
En cualquier tipo de
guerra, el ejército sabe que la estrategia del enemigo tiene la ventaja. Vale
la pena que, nosotros tengamos una idea de la estrategia de Satanás.
Dios no creó al diablo,
Dios creó a un querubín que (con su libre albedrío) se reveló y fue expulsado
del cielo con la tercera parte de los ángeles rebeldes. Su actuación con la
raza humana es de tres maneras:
Tentación: es un ataque contra los que son de Dios (Lucas
4:1-13). El diablo se aprovecha de las debilidades del hombre para provocarlo a
pecar contra Dios y separarse de Él. Jesús nos advierte a velar y orar para no
entrar en la tentación (Mateo 26:41), pues cuando esto acontece, se vuelve como
una obsesión mental para el pecado.
Opresión: es la influencia externa de los demonios sobre
una persona. Es lo que le pasa a uno al ser controlado mentalmente por el mal.
El ser cegado en su entendimiento e intelecto.
Posesión: Es la habitación de uno a más espíritus dentro
de una persona. En este caso, los demonios ya la controlan físicamente,
emocionalmente y espiritualmente.
Herramientas para
asegurar la victoria:
La Oración: Es para tener comunión con Él, cuando perdemos
comunión con Dios nos damos cuenta que separados de Él nada podemos hacer.
Nuestras debilidades nos deben llevar a Cristo.
El problema no es ser
débil, el problema es creerse fuerte como para solucionar las cosas con
nuestras fuerzas y no ser impotentes sin su presencia. Esa armadura son las
herramientas que nos dejó para vivir en esta Tierra, dependiendo de Él.
Orando en todo tiempo
El creyente está llamado a orar sin cesar. Cuando Pablo comienza a
hablar acerca de la lucha espiritual, no ordena a buscar la fortaleza en el
Señor y en el poder de su fuerza. La oración constante es la única manera en la
cual el creyente puede fortalecerse espiritualmente.
La oración debe de estar presente antes, durante y
después de la batalla.
Gracias por por visitar nuestro blog, esperamos que este y los demás temas sirvan para su crecimiento espiritual, les agradecemos su apoyo y esperamos ver sus comentarios respecto al tema, que Dios les continúe bendiciendo
Les dejo una foto de la reunión de este mes que de paso estrenamos nuestras camisetas oficiales de comunidad: